¿Necesitamos un técnico como Marcelo Bielsa?

El técnico ideal de Perú es uno que tenga experiencia en eliminatorias y que tenga manejo de entornos cargados de intolerancia

El “boom” de Marcelo Bielsa, casi convertido en un todopoderoso —y con justa razón por haber clasificado al Mundial en las tres oportunidades que participó—, llegó al Perú a manera de candidato aunque ciertamente irreal para lo que en este país se respira.

Sus conocimientos, lejos de cualquier discusión, también tendrían que encajar en el medio en el que trabajará y ahí empieza la disyuntiva: ¿El técnico se debe amoldar al país o el país amoldarse al técnico? ¿Podría un profesional capaz y serio soportar las constantes embestidas de la prensa que empiezan ante un mal resultado? Las opiniones son cruzadas, sin embargo, la receta bien podría ir por un solo camino.

LOS TRES REQUISITOS
Dentro de las características que se buscan se podría llegar al siguiente consenso.

a) Conocimiento y crédito. Perú no soportaría otro novato que venga a hacer experiencia en selección para engordar su C. V. El técnico debe tener chapa y triunfos previos.

b) Experiencia en ciclos eliminatorios. El sistema de “todos contra todos” requiere de un técnico que sepa enganchar las características de sus cracks en poco tiempo. Un técnico tipo Autuori que requiere de muchas horas de trabajo con sus jugadores no es lo más recomendable. ¿Quiénes son del otro palo? Markarián, Gómez, Carpeggiani

c) Manejo de entorno. Se busca un hombre sereno y convencido de que deberá luchar contra un entorno (hincha/prensa) intolerante que lo tendría, si pierde, siempre al borde del despido.

MALAS DECISIONES
Perú no ha contratado a seleccionadores de manera inteligente o correcta desde que el sistema eliminatorio se modificó para Francia 98. Pacho Maturana, para el 2002, venía de clasificar cuando el proceso era por grupos, Paulo Autuori jamás había disputado un trabajo de ese tipo y los siguientes (Julio César Uribe, Freddy Ternero y José del Solar) contaron con menos experiencia y manejo, incluso.

Debería analizarse que los entrenadores definen su corriente por sí mismos: los que consiguen resultados con el trabajo diario en clubes y los que gozan de éxito por diseñar una estrategia para conseguir triunfos teniendo a los jugadores pocos días antes de un partido. Este tipo de profesional es el más solicitado para el objetivo que enunciamos.

No es fácil la búsqueda, pero mucho peor es no hacerla. Un técnico que tenga prestigio y dominio de este sistema eliminatorio (comprobado) y con suficiente cuero en la espalda para soportar a los eventuales enemigos de turno que hurgarán en su sueldo y vida privada, debe costar mucho dinero. Más si nos fijamos que la plaza de Perú no es atractiva (no abundan los jugadores y no existe claridad de proyecto) y la FPF llega hoy al 97% de impopularidad.

Por ahora el deporte favorito en la Videna es mirar las musarañas y cada día que pasa se sigue sin definir la política que regirá el destino de la selección. Como si a Burga los fracasos no le dolieran tanto como el peligro a perder ese sillón que le dio un acta de nacimiento y un (mal) nombre propio.

Tres de técnicos
1. Perú fue a dos mundiales con técnico extranjero y a uno con un entrenador local: Marcos Calderón.

2. Ningún país ha salido campeón mundial con un técnico extranjero.

3. El actual seleccionador campeón es Marcello Lippi, que usa de base a la Juventus.

elcomercio.pe, 24 de Octubre del 2009