viernes, 26 de junio de 2009

Los gemelos fantásticos: Johan Fano y Claudio Pizarro

Los gemelos fantásticos: Johan Fano y Claudio Pizarro

A propósito del ‘Gavilán’ y su increíble momento en Colombia. Dos historias de gol con inicios y finales totalmente distintos. ¿Con cuál se queda?

Por Miguel Villegas

[UNO] Claudio Pizarro tiene un récord que más parece un castigo: tres goles en siete años de Eliminatorias. Johan Fano metió las narices donde por fin lo llamaron y en cuatro meses con la blanquirroja ya marcó dos veces. A Argentina a los 93” y a Chile por el honor. El primero sirve para foto interior, chiquita, blanco y negro, sin leyenda. El segundo es portada a full color. Fijo.

[DOS] El “Bombardero” no tiene buena puntería. El 2007, en el aeropuerto de Santiago de Chile, quizá asado por una mala pesadilla, le declaró a El Comercio que los únicos que lo insultan en los estadios —en todos, eh— son “las gallinas de Norte”. Si tomamos en cuenta que según las últimas encuestas, los hinchas de Universitario suman el “treintipico” por ciento del país, vamos, es mucha gente la que se ha tirado en contra. Esparadrapo urgente.

[TRES] El “Gavilán”, en cambio, siempre vuela alto. No llega al chauvinismo de Fiestas Patrias con el cual el “Maradona de los Andes” Roberto Merino habla —“defenderé el manto sagrado con honor”, dice—; su discurso con la gente es más sencillo: “A la selección llego a hacer goles”, dice. Por fin alguien que se acuerda que a la Videna se viene a trabajar nomás, calladito.

[CUATRO] “Piz” no da entrevistas porque bueno, ya no es el chiquillo que jugaba en Pesquero y que te hacía pasar hasta su cuarto para que veas sus afiches y sus tabas nuevas —conozco hasta tres periodistas que podrían ratificar esta versión pero por su seguridad no diré nombres—. Pizarro es ahora un delantero del primer mundo y su teléfono es un misterio. El “Cholo” en cambio, le contesta las llamadas a medio mundo. Si quieres un consejo para divorciarte rápido, fácil te ayuda.

[CINCO] Claudio es un crack en la Alemania dos veces campeona del mundo. Es el segundo mejor delantero extranjero en la historia de la Bundesliga con 117 goles en 256 partidos. Cuando llegó a ese país, al Werder Bremen en 1999, le dieron la diez, jugó 39 partidos y marcó 15 tantos. Un fenómeno. Le pusieron “Pizagol”. Le doblaron el sueldo. En Bayern no quiso ser menos: gritó gol 100 veces y su ficha se elevó a 12 millones de dólares. Allá parece un extraterrestre.

[SEIS] Johan Fano juega en el entusiasta fútbol colombiano. Lo hace en el Once Caldas, un club que no es el primero, ni el segundo, ni el tercero, el cuarto o el quinto en preferencias. Llegó a Manizales, casi casi asilado, porque en la “U” el “Tigre” Gareca no lo quería ni para el fútbol tenis. Se llevó sus 19 goles de 2007. Hasta este minuto sus estadísticas dicen que tiene 26 en dos temporadas. A los 29 años ha cumplido la promesa de niño: salir de Huánuco y ser ídolo.

[SIETE] Claudio Miguel —lindo segundo nombre— es un delantero de área que en la selección peruana hace lo contrario. Es como si a Ñol, por ejemplo, lo pusieran de back centro. Claudio ha sido desperdiciado. Ni Pacho ni Uribe ni Autuori ni Freddy ni Franco ni Chemo supieron ubicarlo.

[OCHO] ¿O será que él nunca se dio cuenta de que jugaba para Perú, un equipo chiquito, en minúsculas, pobre pero honrado, flaco, ojeroso, cansado y sin ilusiones; y no en el poderoso Chelsea o la máquina Bayern Múnich?

[NUEVE] Johan Javier es, a cambio, un 9. Un incansable pescador de rebotes, detector de errores, un kamikaze, un fabuloso lauchero. Cierto es que a su fútbol le ha agregado la disciplina del tiro libre, pero lo suyo es estar ahí, molestoso para los centrales, héroe para la tribuna.

[DIEZ] Y quizá el único delantero nacional que, desde sus tiempos en Bolognesi, sabe que lo suyo es, más bien, el descrédito. No, este buen hombre de corte escolar, ojitos chinitos y nariz de disfraz de inspector, no puede hacernos gol jamás. Ni volviendo a nacer. Como Perú, como la selección. Que aparece cuando nadie lo ve. Ahí puede ser (o no ser).


elcomercio.com.pe, 26 de Junio del 2009

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